El trabajo en época de gripe

Una de las cosas que más me costó cuando empecé a gestionar mi tiempo con respecto al trabajo fue poner límites. Poner límites en el trabajo no sólo con respecto a las horas trabajadas diariamente sino poner límites cuando no puedo trabajar porque el cuerpo no me lo permite.  

¿No les pasa que ya no recuerdan la última vez que se tomaron un día porque se sentían mal? ¿O tal vez dos o tres días de vacaciones?

Creo que la pandemia corrigió el tema de “ir al trabajo aunque tengamos un resfrío” y esa visión de heroicidad al ir a trabajar ante cualquier pronóstico, tal vez, es lo que nos hace seguir trabajando aunque estemos enfermxs pero luego nos puede salir el tiro por la culata.

Según ScienceAlert trabajar cuando se está enfermo tiene un efecto negativo en el desempeño laboral al día siguiente. Eso se basa en un análisis llevados durante 15 días por 126 empleados que trabajan de forma remota:

«Si bien puede parecer una buena idea trabajar a pesar de la mala salud para cumplir con los objetivos laborales, nuestra investigación muestra que esto tiene un efecto en cadena para el desempeño de los trabajadores remotos al día siguiente, ya que el presentismo agota la energía psicológica de los empleados, que no puede ser completamente recuperado después del trabajo” dice el estudio. 

Les cuento lo que me pasó este fin de semana: el domingo estuve muy engripada, estuve en la cama todo el día. De esos días que realmente no podes funcionar. Los domingos planifico la semana y pensé no hacerlo dado mi estado. Luego me arrepentí: planificar la semana, justamente sabiendo que no voy a estar 100% el lunes es fundamental! 

¿Cómo planifiqué la semana?

  1. Sabía que el lunes no iba a estar bien para trabajar entonces sólo me dejé alguna que otra tarea operativa que puedo hacer en una o dos horas y desde la cama, por ejemplo, completar planillas de seguimiento.
  2. Cancelé o moví todo lo que no puedo hacer dada mi condición: tener reuniones, tareas en las cuales tengo que sacar insights, etc. 
  3. Programé mi semana más light! Todo lo que no puedo hacer porque estoy enferma no es necesario que lo haga esta misma semana. 
  4. Avisa a tu equipo tu condición para que estés un poco más tranqui y que puedan resolver entre ellos o que esperen unos días antes de ponerse en contacto con vos. 

Es importante que descanses cuando no puedas trabajar y retomes cuando te sientas con fuerzas para hacerlo para no provocar cansancio a mediano plazo o síndrome de burn out. 

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