El fin de semana volviendo desde Buenos Aires a Mar del Plata me puse a escuchar el programa Paren La Mano en el que entrevistaban a la banda argentina Airbag.

En un momento de la charla abordan el tema de cómo eran los Airbag jóvenes en el colegio y cuentan la típica historia de cuando ellos decían que se iban a dedicar a tocar la guitarra la repregunta era siempre de qué iban a trabajar además de ser músicos. Cuentan también que ellos ya tenían re identificado de chicos qué era lo que le gustaba hacer y querían dedicarse a eso y que se daban cuenta que los demás no tenían idea de nada.
A lo que el conductor, Luquitas Rodriguez, comenta: “Es difícil, en general, tener equilibrado el ojo para el deseo, a los chicos, pero también a los grandes les cuesta hacer contacto con lo que realmente desean, lo que les gusta”.
Y esto me puso a pensar un poco en como NO nos educan o acompañan a descubrir el mundo y definir qué es lo que queremos hacer o qué es lo que nos gusta o nos apasiona.
Y con definir, me refiero a que también fuimos educados a tener que ELEGIR. Si me quedo con una decisión todo lo demás lo rechazo. No hay chance de todo a la vez (o, al menos, de combinar varias cosas que nos gusten).
Por otro lado, las actividades deportivas o artísticas siempre fueron catalogadas como hobbies o actividades “aparte” y nunca aparecían en los catálogos de las universidades que venían al colegio a vender sus carreras.
En todo este meollo (que puede ser tildado de queja al sistema educativo) se me ocurrió empezar a entender cómo conectamos con lo que nos gusta o nos apasiona y cómo podemos tomar esos momentos de disfrute para tomar decisiones sobre lo que queremos hacer.
- Lo primordial es hacernos un tiempito para pensar en esto. Que no nos coma el día a día. Poder pensar qué disfrutamos o qué disfrutábamos y dejamos de hacer. Por qué no también reflexionar sobre si lo que hacemos nos da algún momento de disfrute.
- Encontrar algo que nos guste hacer. Para esto podemos recordar qué disfrutábamos hacer de pequeños o detectar qué disfrutamos hacer ahora, qué nos hace reír, qué nos hace dormir bien a la noche, qué nos hace sentir satisfechos.
- Si nada te resuena hay que salir A BUSCAR: podes profundizar en temas que crees que te gusten o tenes que salir a probar cosas nuevas. El principal error de quienes no se apegan a algo es que no prueban actividades nuevas.
- Una vez que detectes alguna sensación positiva con alguna actividad que realices PROFUNDIZALO y sé feliz sin ponerle ningún tipo de peso. Podes pensar en incorporarlo a tu trabajo, si es posible. Pero si no, intenta buscar momentos en tu semana para volver a ese momento de disfrute y bajarte a tierra y reírte.
Recordá que lo que te guste hoy no necesariamente lo disfrutes dentro de 6 meses, permití volver a hacerte la pregunta de qué es lo que disfrutas hacer y permitite cambiar.
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