La pregunta que se suele escuchar es: ¿Cómo puedo delegar de manera efectiva? cuando la pregunta primero debe ser ¿Por qué queremos delegar?

El proceso de delegación consume mucho tiempo, energía, esfuerzo y dinero por lo que antes de ponernos en marcha debemos tener un motivo grande, ENORME, para que el proceso no quede a mitad de camino cuando lo sintamos agobiante.
Dice Paula Molinari que los cambios que hacemos en la empresa siempre están asociados a nuestros cambios personales, es decir, si nosotros no cambiamos o no queremos cambiar algo nuestro, la empresa va a permanecer así como está.
Si tenemos esto en cuenta, entonces de nuevo: ¿Por qué queremos delegar? ¿Por qué querés delegar?
Las respuestas seguramente sean: “Porque quiero tener más tiempo.”
Respuesta válida pero no lo suficientemente concreta para poder ponernos un objetivo como zanahoria a alcanzar.
¿Por qué queres tener más tiempo? ¿Qué quieres hacer distinto?
La forma de estructurar este objetivo podría ser: Quiero más tiempo porque en X cantidad de tiempo quiero dedicar X cantidad de horas a X actividad.
Por ejemplo: Quiero delegar porque en 2 años quisiera dedicar 4 horas diarias al nuevo proyecto de red de emprendedoras.
Teniendo un objetivo así de específico se puede armar un plan concreto sobre: qué tareas delegar, qué roles necesitas, a quién delegarlo, el tiempo disponible para buscar a la persona, delegar, capacitar, validar y liberarte.
Entonces, antes de querer delegar alguna tarea específica, pensa: qué es lo que estás queriendo cambiar?
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